Erika Briceño
Comunicación | Fe y Alegría Internacional
A orillas del río Orinoco está la embarcación. Un corazón rojo se distingue desde lejos y el cuerpo de la niña y de los niños comienzan a tomar forma a medida que nos acercamos. Es el logo de Fe y Alegría estampado en la lancha que ya está cargada de cuadernos, cartillas y lápices.
El sol comienza a asomarse, augurando un día caluroso y con cielo azul. Nos esperan siete horas de viaje rumbo a Los Caños, esos brazos enormes y misteriosos que conforman el Delta del Orinoco. Allí está Fe y Alegría, enseñando a leer a jóvenes y adultos, también abriendo horizonte que les permita ser críticos y transformadores de su realidad.
La comunidad más cercana, de las que atiende Fe y Alegría, está a 4 horas de navegación. Se llama Musimurina y es una de las nueve comunidades de indígenas waraos que participan en el programa de alfabetización. El recorrido se extenderá, al menos, por tres horas más, hasta llegar a Dijarukabanoko, la comunidad más lejana.
Una oportunidad para jóvenes y adultos
Más del 70% de los habitantes de las comunidades Warao del estado Delta Amacuro no saben leer y escribir, ni en su idioma ni en castellano. De las nueve comunidades donde trabajamos sólo hay dos que tienen escuela, que dependen del Ministerio de Educación. En el resto de las comunidades, las niñas y niños están desescolarizados y los jóvenes y adultos ven en Fe y Alegría su oportunidad para aprender a leer y escribir en su idioma y luego también aprenden el castellano.
Fe y Alegría, a través de su programa Educomunicación, ofrece educación para adultos y jóvenes mayores de 15 años. En estas comunidades cuenta con docentes voluntarios que acompañan semanalmente el proceso de enseñanza – aprendizaje de los participantes. A su vez, estos voluntarios son formados y acompañados por la oficina de Educomunicación en Delta Amacuro.
Diógenes Colina, es warao, migró a la ciudad, pero sigue conectado con sus raíces. Actualmente, es coordinador intercultural bilingüe de Fe y Alegría en Delta Amacuro. A su cargo está el acompañamiento, formación y capacitación de 18 docentes voluntarios.
Tomando en cuenta el contexto y las lecciones aprendidas el equipo pedagógico tiene clara las estrategias de abordaje propias de la Alfabetización Intercultural-bilingüe en Los Caños:
1 Participación comunitaria: involucrar a la comunidad indígena en la planificación y ejecución del programa de alfabetización, integrando a líderes y ancianos comunitarios como facilitadores y promotores de la alfabetización.
2 Adaptación cultural de los recursos pedagógicos
3 Promover la metodología participativa de la Educación Popular
4 Impulsar el uso de la tecnología para fortalecer el proceso educativo. Se entregan radios en las comunidades para recibir clases radiofónicas a distancia
5 Inclusión de género: promover que las mujeres y las niñas tengan un papel más activo en el proceso de alfabetización
Educación contextualizada
En el Delta Bajo, son tierras inundadas, las comunidades viven en palafitos, rodeados de agua no potable, donde llegan restos de mercurio y otros agentes contaminantes arrastrados por el río Orinoco. En el Delta Medio, las casas están sobre tierra firme con extensiones de siembras.
Los palafitos o los patios de las casas se convierten en salón de clase para la población indígena que asiste en familia a recibir el proceso educativo. Al no contar con escuelas, los niños y niñas asisten con sus padres y el proceso de alfabetización es familiar.
La jornada dura entre 3 y 4 horas y el contenido está adaptado para dar respuesta a las necesidades del entorno. Por ejemplo, si la comunidad no tiene agua potable se alfabetiza enseñando técnicas de potabilización artesanales aplicadas a los ambientes de selva.
Pedagogía que respeta las diferencias culturales y étnicas
La educación intercultural bilingüe es una experiencia transformadora que promueve el respeto y la comprensión de las diferencias culturales y lingüísticas. Al trabajar con estudiantes de diferentes orígenes, los docentes y expertos aprenden y crecen personal y profesionalmente. También aumenta su capacidad de empatía y comprensión hacia las culturas de los demás. Además, la educación intercultural bilingüe puede promover la diversidad cultural, el pensamiento crítico y la solución de problemas, lo que lleva a una mayor reflexión sobre las propias creencias y valores.
Para promover el respeto a las diferencias culturales y étnicas:
· Se diseñan materiales bilingües que privilegian el aprendizaje de la lectoescritura en Warao, sin descuidar el castellano.
· La radio se convierte en instrumento para fortalecer la secuencia del aprendizaje en su propio idioma.
· Dotación de radios solares para garantizar que se escuchen los programas educativos.
· Entrega de cuadernos y libros en idioma originario.
· Producción de cuentos indígenas para proteger y preservar la cosmovisión cultural.
Desafíos de la educación intercultural en Los Caños
– Lograr que los docentes tengan una comprensión profunda de cómo interactúan la cultura y el idioma para dar forma a la identidad, la motivación y los estilos de aprendizaje, así como también cómo abordar las barreras del idioma y promover la competencia cultural.
– Que el indígena reconozca sus derechos a la vida y a la educación.
– Consolidar mesas de conversación con los caciques para que dejen estudiar a las mujeres y niñas de la comunidad warao.
– Romper paradigmas culturales de machismo en la cultura warao
– Contar con diversidad de material impreso en su lengua originaria para poder alfabetizar en comunidades donde no tienen acceso a electricidad.
Un compromiso que se mantiene
Desde hace 24 años Fe y Alegría Venezuela está presente en Los Caños. En un principio las visitas a las comunidades eran frecuentes, al menos 15 viajes durante un año. Hoy en día, la logística es cada vez más costosa y compleja. Se requiere de al menos 750 litros de combustible, mantenimiento mecánico para la embarcación y los permisos han obligado a reducir los viajes a uno o dos durante el año.
Sin embargo, Fe y Alegría ratifica el compromiso de ofrecer educación de calidad, oportuna y pertinente a los Waraos, el segundo grupo con mayor población indígena en el país. Allí, lejos de señal de internet para celulares y computadoras, sin televisión ni carreteras asfaltadas, más de 9.000 personas han sido alfabetizadas en 24 años de atención educativa.
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